1976: negro político brillante en el Chile de Pinochet

Aline Küppenheim como Carmen en el tenso y apasionante 1976

1976
Dirigida por Manuela Martinelli
Certificado: 12a
☆☆☆☆☆

EL poeta Cecil Day-Lewis escribió las siguientes líneas sobre los voluntarios que lucharon contra el fascismo durante la Guerra Civil Española:

No fue fraude ni locura,
Gloria, venganza o pago:
Vinimos porque nuestros ojos se abrieron
No vi otra manera.

Esta estrofa me viene a la mente porque seguir tus principios, cuando pondrás tu vida en peligro mortal, es el corazón de esta brillante pieza de cine negro político.

Ambientada en el Chile posterior al golpe del dictador general Pinochet, es un thriller con clase.

La abuela rica, Carmen (Aline Küppenheim), es la esposa de un médico exitoso. Se fue de Santiago a la casa frente al mar de la familia, que está siendo renovada.

La escena inicial marca la pauta. Carmen elige pintar cuando hay una conmoción afuera causada por la policía persiguiendo a un sospechoso.

Hay un silencio incómodo y las persianas están cerradas, para que los clientes acomodados no vean cómo la realidad violenta se filtra en su cómoda existencia.

Esto comienza una historia terriblemente tensa de cómo los chilenos han llegado a reconocer la naturaleza asesina de la dictadura.

Carmen se mueve en los círculos de quienes ven a Pinochet como vital para el bienestar del país, pero su voz interior le dice que lo que está presenciando es asesino e inhumano.

Carmen se forma como enfermera de la Cruz Roja y este conocimiento lleva a un sacerdote, el Padre Sánchez (Hugo Medina) a buscar ayuda para salvar la vida de un joven militante que ha sido baleado y se encuentra escondido.

Estimulada por las noches de insomnio y consciente de que las personas a las que llama sus pares colaboran descaradamente con el régimen, decide con los ojos abiertos que no ve otra salida.

Mientras cruza el umbral de una abuela respetable y apolítica a un agente secreto, ahora reconoce la opresión que se filtra a través de Chile y que el gobierno no es en absoluto para la gente, sino para él y cualquier clase media o alta. persona dispuesta a denunciar su moral por su comodidad material y su seguridad.

Este es el primer largometraje de la directora Manuela Martinelli, ¡y qué éxito! El ritmo de Martinelli es excelente -los escalofríos aún no se han calmado- y el enfoque político es instructivo. Los colores tonales y la recreación del Chile bajo Pinochet son cautivadores. Es cine ilustrado, con actuaciones sobresalientes que dan vida a una historia brillante, contada de manera brillante.

Alisa Garces

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