Kilimo, una empresa argentina que utiliza datos para optimizar el riego, recibió un fuerte apoyo financiero en el foro de Davos de este año para continuar desarrollando un sistema que ayude a los agricultores de América Latina a ahorrar miles de galones de agua.

La empresa, que asesora a agricultores en países como Paraguay, Chile, Perú, México y Guatemala, fue galardonada en el Global Freshwater Innovation Challenge organizado por el Foro Económico Mundial (WEF), una iniciativa que promueve la innovación en la gestión del agua dulce ante la cambio climático.

“La adopción de tecnología en la agricultura es muy baja”, dijo a la AFP Tatiana Malvasio, directora de operaciones y cofundadora de la empresa, que se creó en Córdoba para proporcionar modelos científicos de riego.

El sistema, basado en inteligencia de datos y aprendizaje automático, recopila diariamente datos satelitales e información de estaciones meteorológicas. A este caudal de datos se suma información sobre el suelo del cliente para saber la cantidad de agua que retiene.

“Lo que el cliente ve es un balance de agua, como el balance de un contador, donde dice ‘Tengo tanta agua, mi suelo está reteniendo tanta'”, dijo Malvasio al foro, que finaliza el viernes en la pequeña ciudad alpina suiza.

“Así podemos saber cuánta agua está perdiendo este cultivo por día y cuánta agua necesita reponerse en función de su estado fenomenológico”, una herramienta que permite al agricultor ahorrar hasta un 30% de agua, según Malvasio.

Llevar la tecnología al riego es una pequeña revolución en la agricultura, basada en hábitos que se repiten desde hace décadas.

“Los agricultores han regado por tradición porque así aprendieron a hacerlo”, dice Malvasio.

En ese sentido, una encuesta de 2018 del Departamento de Agricultura de Estados Unidos reveló que solo el ocho por ciento de los agricultores usaba tecnología de riego y que “el porcentaje más alto era el que riega porque riegan sus vecinos”, explica la empresaria.

Según datos de la ONU, América Latina y el Caribe alberga casi un tercio de los recursos hídricos del mundo, pero casi la mitad de los países de la región no gestionan su agua de manera efectiva.

–– TIEMPOS/AFP