Al menos 13 personas murieron el viernes por la noche luego de más de 150 incendios forestales que asolaron Chile y destruyeron hogares y miles de acres de bosques mientras el país sudamericano se ve afectado por una ola de calor abrasadora.

Cuatro de las muertes involucraron dos vehículos separados en la región del Biobío, a unos 560 kilómetros (348 millas) al sur de la capital Santiago.

“En un caso fueron quemados porque fueron alcanzados por el fuego”, dijo la ministra del Interior, Carolina Tohá. En el otro caso, dijo, las víctimas murieron en un accidente, “probablemente mientras intentaban escapar del incendio”.

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La quinta víctima fue un bombero que fue atropellado por un camión de bomberos mientras combatía un incendio en la zona.

Más tarde, un helicóptero que ayudaba a combatir las llamas se estrelló en la región de la Araucanía, matando al piloto, un ciudadano boliviano y un mecánico chileno.

Al caer la noche, la agencia nacional de emergencia elevó el número de muertos a 13 sin dar detalles sobre las últimas muertes.

Hasta el mediodía del viernes, 151 incendios forestales ardían en todo Chile, de los cuales 65 fueron declarados bajo control. Los incendios han quemado más de 14.000 hectáreas (34.595 acres).

La mayoría de los incendios forestales están ocurriendo en Biobío y la vecina región de Ñuble, donde el gobierno ha declarado el estado de desastre, lo que permite una mayor coordinación con los militares y la suspensión de algunos derechos constitucionales.

Se espera que la ola de calor que azota a Chile continúe con altas temperaturas y fuertes vientos que podrían dificultar los incendios forestales.

El viernes, el presidente Gabriel Boric suspendió sus vacaciones para visitar las zonas afectadas y dijo que hay “evidencias” de que algunos de los incendios forestales fueron iniciados por incendios no autorizados.

“Se desplegarán todas las fuerzas estatales para, en primer lugar, combatir los incendios y apoyar a todas las víctimas”, dijo Boric.

No está claro cuántas casas y otras estructuras se quemaron.

“Las familias están pasando por un momento muy difícil”, dijo a la radio local Ivonne Rivas, intendenta de Tomé, en el Biobío. “Es un infierno lo que están pasando, el fuego se nos escapó”.

Los incendios forestales provocaron la suspensión del esperado anuncio de los peritos forenses que debían dar la causa de la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, premio Nobel de literatura.

Se esperaba que los expertos dieran su opinión sobre si Neruda murió por complicaciones de un cáncer de próstata o fue envenenado, lo que podría resolver uno de los grandes misterios de Chile después del golpe.

El médico responsable de presentar los resultados del informe no pudo conectarse a Internet porque se encuentra en una región afectada por incendios forestales, afirmó un portavoz del poder judicial del país.