SANTIAGO, Chile (AP) — El gigante minero chileno Codelco cerró su fundición de cobre Ventanas el miércoles después de contaminar la Bahía de Quintero con gases tóxicos durante décadas y convertirla, junto con otras 15 empresas, en lo que los ambientalistas han llamado una “zona de sacrificio”.
Hace ocho años, el gobierno chileno declaró que los tres municipios que rodean la bahía -Quintero, Puchuncaví y Concón, ubicados 160 kilómetros al noroeste de la capital chilena- estaban saturados de partículas finas, cuya inhalación se asocia a malestares y padecimientos respiratorios.
En un acto oficial realizado este miércoles en Puchuncaví se mostraron imágenes de las llamas del horno de la fundición disminuyendo paulatinamente hasta extinguirse por completo, marcando el cierre de la fundición de cobre a 59 años de su inauguración. En el lugar seguirá funcionando una refinería de Codelco.
El último envenenamiento masivo por contaminación en la región tuvo lugar hace sólo una semana y afectó a casi 100 estudiantes que fueron envenenados debido a la mala calidad del aire. Sigue vigente una alerta ambiental.
Los más de 50.000 habitantes de la bahía respiran regularmente dióxido de azufre, un gas tóxico y corrosivo que, cuando se inhala, causa irritación en la nariz, los ojos y la garganta.
Más del 60% de las emisiones totales de dióxido de azufre de la región provinieron de la fundición estatal, Presidente Gabriel Boric dijo el año pasado cuando anunció su cierre.
Matías Asún, director de Greenpeace Chile, dijo que si bien el cierre de Ventanas “es un paso muy importante”, agregó que “todavía hay que ver qué vamos a hacer con todo el cinturón industrial que se ha creado alrededor del fundición”.
El negocio más antiguo de la región es una terminal petrolera propiedad de la Compañía Nacional de Petróleo, una empresa estatal establecida en 1954. Le siguieron, una década más tarde, la fundición y refinería de Codelco y varias centrales eléctricas de vapor y carbón.
David Boyd, relator especial de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente, dijo durante una visita reciente a la región que “olía los vapores tóxicos” y “los sentía en la garganta”.
Los incidentes de contaminación en la región comenzaron a disminuir notablemente en 2019, cuando comenzaron a regularse las emisiones del cinturón industrial.
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