Se eleva humo tras un ataque aéreo israelí en Rafah, sur de la Franja de Gaza, el viernes 31 de mayo de 2024. (Foto AP/Abdel Kareem Hana)

SANTIAGO, Chile (AP) — Chile se unió a un grupo de países que apoyan un caso de genocidio contra Israel presentado el año pasado ante la Corte Internacional de Justicia.

El presidente Gabriel Boric dijo en un discurso ante los legisladores el sábado que estaba consternado por la devastación humanitaria en Gaza, particularmente contra mujeres y niños. Acusó al ejército israelí de utilizar fuerza “indiscriminada y desproporcionada”.

“Estas acciones exigen una respuesta firme y permanente de la comunidad internacional”, afirmó el presidente.

El año pasado, Sudáfrica acusó a Israel ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Países Bajos, de violar sus obligaciones en virtud de la Convención sobre Genocidio. Israel ha rechazado enérgicamente la afirmación y ha argumentado que la guerra en Gaza es una defensa legítima contra los militantes de Hamás tras su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel, en el que murieron unas 1.200 personas y tomó 250 rehenes.

Chile es el hogar de la comunidad palestina más grande fuera de Medio Oriente, con una población de alrededor de 500.000 habitantes, muchos de los cuales son descendientes de inmigrantes árabes cristianos de los siglos XIX y XX. Se arraigaron en el país sudamericano como pequeños comerciantes minoristas, pero desde entonces han ganado prominencia en los negocios y la política. Uno de los equipos de fútbol más populares del país es Palestino, cuyos uniformes blancos, negros, verdes y rojos combinan con los colores de la bandera palestina.

Chile se suma a un grupo de países principalmente en desarrollo, entre ellos México, Brasil e Indonesia, que se han sumado a la petición de Sudáfrica.

Boric, un ex líder estudiantil de izquierda, equilibró la condena del ataque de Hamás con feroces críticas a la ofensiva militar israelí, que ha matado a más de 35.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no hace ninguna distinción entre civiles y combatientes en su cuenta.