Cómo se salvaron los libros prohibidos de la dictadura

Los golpes militares en Chile (1973) y Argentina (1976) sacudieron América Latina. Implicaron la persecución de autores y obras consideradas herramientas de adoctrinamiento del comunismo.

Un especial de BBC Mundo contó algunas historias sobre las estrategias de hombres y mujeres para preservar libros llenos de conocimiento en este difícil momento.

Salomón Guerchunoff es el personaje de la primera historia, quien le cuenta a la BBC que su padre era un conocido activista del Partido Comunista en Córdoba, Argentina, por lo que tenía una extensa biblioteca acorde con sus ideales.

“En años anteriores, mi padre había repartido sus libros más incriminatorios a varios amigos para burlar los allanamientos que ya se hacían con regularidad. Pero cuando pasó el golpe se dio cuenta de la gravedad de lo que estaba pasando y dijo ‘basta, me voy’. a recoger mis libros para ahorrarles problemas’, dice Salomón.

Guerchunoff relata el miedo que sintió en ese momento en su país, porque los golpes eran muy fuertes.

Años después, en 2002, Salomón falleció y sus hermanas se encargaron de continuar la historia de su padre, quien había escondido sus libros más preciados entre las paredes de la casa.

Treinta años después, sacaron los libros de las paredes de su casa, con el recuerdo intacto de los ideales de su padre.

“Nos quedamos boquiabiertos, no solo por el estado de los libros, sino por todo el peso emocional que tenían, porque los libros son parte de ti. Conservaron algo del olor que tenía la casa cuando vivíamos allí, así que más que pensar en los libros, empezamos a recordar todo lo que vivimos esos años”, le dijo a la BBC Luis, el hermano de Salomón.

Al igual que la historia de esta familia argentina, también cuenta la historia de Luis Costa en Chile, quien tuvo que comerse 30 páginas de un libro en el que se describía la situación de la Secretaría General del MIR. Esto con el fin de ser fusilado por soldados del ejército.

Joan Monedero

"Pensador aficionado. Emprendedor. Adicto a la cerveza incurable. Experto general en tocino. Adicto a la comida extrema".

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *