El Partido Republicano de extrema derecha quedó primero en las elecciones para elegir a los miembros del organismo responsable de redactar la nueva constitución de Chile.

El Partido Republicano obtuvo 22 de 51 escaños, mientras que los partidos de derecha obtuvieron otros 11 escaños.

La Asamblea Constituyente debe proponer una nueva constitución que reemplace la introducida bajo el régimen militar del general Augusto Pinochet.

Un proyecto de una asamblea anterior fue rechazado en un referéndum el año pasado.

La constitución que habían propuesto habría cambiado muchas de las instituciones del país, como reemplazar el Senado por una Cámara de las Regiones.

También habría declarado a Chile un “Estado plurinacional”, reconociendo los derechos de los grupos indígenas de Chile -que representan alrededor del 13% de la población- a sus tierras y recursos.

La propuesta fallida –y que contó con el respaldo del presidente izquierdista Gabriel Boric– también incluía mejores beneficios sociales y derechos ambientales.

Si se hubiera adoptado, se habría convertido en una de las constituciones más progresistas del mundo.

Pero en septiembre de 2022, el 62% de los votantes lo rechazó, lo que provocó la elección de una nueva asamblea el domingo.

Se eligieron cincuenta escaños y se reservó un escaño adicional para un representante de la población indígena de Chile.

El Partido Republicano, liderado por José Antonio Kast, obtuvo más del 35% de los votos y obtuvo 22 escaños.

La coalición conservadora Chile Seguro tendrá 11 representantes tras obtener el 21% de los votos.

La izquierdista Unidad para Chile obtuvo 17 escaños, menos de los 21 necesarios para concederle el veto.

El líder del Partido Republicano de extrema derecha, José Antonio Kast, dijo que la victoria de su grupo era una señal de que “las ideas de sentido común han triunfado”.

Su partido se opuso desde el principio a cambiar la actual constitución de la era Pinochet.

Los analistas dicen que el nuevo organismo enfrentará ahora una ardua lucha para conciliar las ideas de su mayoría conservadora con el clamor por el cambio que desató el proceso en primer lugar.

La nueva constitución entrará en vigor en junio y tiene cinco meses para redactar una nueva constitución basada en un borrador redactado por expertos.

El texto resultante se presentará a los votantes en un referéndum que se celebrará en diciembre.