SANTIAGO, Chile (AP) — Mientras el decatleta chileno Santiago Ford se acercaba a la meta de la carrera de 1.500 metros de su programa atlético en los Juegos Panamericanos, redujo el ritmo, estiró los brazos a lo largo de su cuerpo y terminó la carrera caminando. , tal como lo hizo hace cuatro años para ingresar a la nación andina en busca de una vida mejor.
De nacionalidad chilena desde el año pasado, el cubano Ford ganó la medalla de oro panamericana en el decatlón en el Estadio Nacional de Santiago ante unos 30.000 espectadores.
Ford voló de Cuba a Guyana en septiembre de 2018, tomó un barco a Brasil, cruzó el país hasta Perú y entró en el norte de Chile. Luego siguió las vías del tren a través del medio del desierto de Atacama para llegar a la capital, Santiago.
Ford tenía hambre y sed, pero logró llegar a su destino.
“Cuando llegué a meta bajé el ritmo, no fue porque quisiera. De repente recordé cuando caminaba por el desierto a las 5 de la mañana, abandonado en medio de la nada, sin saber qué hacer”, dijo Ford a los periodistas el martes por la noche, con la medalla en el pecho y un nuevo estatus de héroe nacional.
“Esos últimos metros fueron un reflejo de deshidratación en mitad de la noche, pero mi corazón y mi mente sabían que quería estar ahí en ese momento”, añadió.
La idea de viajar 6.000 kilómetros (3.700 millas) desde Cuba a Chile cruzó por la mente de Ford luego de que un grupo de turistas chilenos visitara la isla. En aquel momento, el decatleta acababa de quedar cuarto en el campeonato mundial juvenil, pero sabía que eso no era suficiente en su país. Entonces decidió irse.
Ford trabajó en Chile como portero para ganar dinero mientras intentaba alcanzar altos rendimientos como deportista. Esta confusión no ayudó a su sueño de ganar.
“Los inmigrantes pasan por muchas cosas y les cuesta mucho trabajo lograr sus objetivos”, dijo Ford. “Al principio no fue lo que pensé que sería, pero Dios me dio la oportunidad de hacerlo realidad. »
Ford luego se reunió con el técnico Matías Barrera, quien lo recibió en su casa y le permitió regresar a los entrenamientos. A fines del año pasado, él y otros dos atletas obtuvieron la ciudadanía chilena, lo que les permitió competir en los Juegos Panamericanos de Santiago.
Ford no decepcionó a Barrera y a decenas de miles de fanáticos que ahora saben más sobre su historia.
“Estoy muy agradecido con los chilenos. Hoy me temblaban las piernas durante el evento de disco, con 7.000 personas coreando mi nombre”, recuerda. “El récord llegó tan lejos como era necesario y hoy lo celebramos juntos”.
La madrugada del miércoles, el decatleta de 26 años dijo en Instagram que todavía no podía creer adónde lo había llevado su viaje.
“Después de nadar varias veces contra corriente para estar aquí y luchar después de seis años de incertidumbre… sólo puedo decir que este es el PRINCIPIO de algo grande que Dios está preparando”, escribe. “Es gracias al apoyo de todas las personas que han estado ahí para mí”.
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