SANTIAGO, 30 ene (Reuters) – Los líderes argentinos y chilenos expresaron la esperanza de un mayor apoyo a Ucrania durante la gira inaugural del canciller alemán Olaf Scholz por América del Sur, señalando las persistentes diferencias entre Occidente y sus aliados en los países de bajos ingresos.
Durante las dos primeras etapas de su viaje relámpago, Scholz buscó enfatizar la unidad, señalando que los tres países que visita -Argentina, Chile y Brasil- condenaron la invasión de Rusia en la Asamblea General de las Naciones Unidas el año pasado.
Sin embargo, las consecuencias de la guerra y las sanciones occidentales contra Rusia, como el aumento de los precios de los alimentos y la energía, han afectado a la región de manera particularmente dura, lo que genera dudas sobre el enfoque de Occidente. También abunda el escepticismo sobre el intervencionismo dado su propio pasado.
En las dos primeras etapas de su viaje durante el fin de semana, los homólogos argentino y chileno de Scholz enfatizaron que querían ver una resolución pacífica del conflicto, pero reiteraron las expectativas de apoyo adicional para Ucrania.
“Argentina y América Latina no planean enviar armas a Ucrania ni a ninguna otra zona de conflicto”, dijo el sábado el presidente argentino, Alberto Fernández, en una conferencia de prensa conjunta en Buenos Aires con Scholz.
El presidente chileno, Gabriel Boric, defendió su repudio a la invasión a pesar de que “algunos medios de comunicación o formadores de opinión podrían creer que fue una mala decisión meterse en la política de otros países”.
Eludiendo la pregunta de si estaba de acuerdo con Fernández sobre las armas, dijo que Chile había prometido ayudar a Ucrania a reconstruirse después de la guerra, por ejemplo, mediante la remoción de minas.
En ambos países, Scholz visitó los monumentos a las víctimas de sus dictaduras militares que, según dijo, subrayan la necesidad de luchar por la democracia y la libertad.
“En este memorial a las muchas víctimas de la dictadura aquí, no puedo dejar de pensar en los jóvenes que están siendo asesinados en Irán porque luchan por la libertad y una vida mejor”, dijo en Buenos Aires.
Funcionarios del gobierno alemán dicen que es comprensible que los países latinoamericanos tengan puntos de vista diferentes sobre qué causó la guerra y cómo manejarla, pero enfatizan la importancia de continuar transmitiendo la perspectiva occidental, como también lo hizo Scholz en África y Asia.
El lunes, Scholz aterrizó para la etapa final de su gira en Brasil, donde se espera que se convierta en el primer líder occidental en reunirse con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva desde su toma de posesión a principios de este mes.
Europa quiere restablecer las relaciones con el país más grande de Sudamérica tras la salida del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
Se espera que la resiliencia de la democracia ocupe un lugar destacado en la agenda de las conversaciones, dado el asalto a edificios gubernamentales a principios de este mes por parte de los partidarios de Bolsonaro.
Aún así, se pueden esperar diferencias de nuevo. El año pasado, Lula dijo que Rusia nunca debería haber invadido Ucrania, pero agregó que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy era tan responsable de la guerra como el líder ruso Vladimir Putin.
Información de Sarah Marsh; Información adicional de Brendan O’Boyle; Editado por Lincoln Feast y Jonathan Oatis
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