El Papa se pierde los servicios de Año Nuevo con un brote de dolor en la pierna

CIUDAD DEL VATICANO, 31 dic (Reuters) – El papa Francisco, que sufre un brote de ciática que le causa dolor en la pierna derecha, se perdió el servicio de Año Nuevo el jueves y tampoco presidirá la Misa de Año Nuevo.

Se cree que es la primera vez desde que se convirtió en Papa en 2013 que a Francisco, que cumplió 84 años este mes, se le impide por razones de salud dirigir un evento papal importante.

El servicio de vísperas de fin de año que presidirá el Papa estuvo a cargo del cardenal Giovanni Battista Re, y la misa del viernes, con motivo de la Jornada Mundial de la Paz de la Iglesia católica, será pronunciada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.

Las Vísperas y la Misa requieren que el celebrante principal esté de pie durante la mayor parte del servicio.

En Vísperas, Re leyó un sermón que el Papa había preparado, dando gracias por la amabilidad que las personas han mostrado hacia los demás frente a la pandemia de coronavirus.

El Papa aún debe leer su discurso del mediodía y la oración del viernes según lo programado, dijo el Vaticano en un comunicado el jueves cuando anunció el cambio.

Últimas actualizaciones

Ver 2 historias más

Debido a las restricciones por el coronavirus en Italia, las Vísperas y la Misa se llevan a cabo desde un altar secundario en la Basílica de San Pedro con solo unas 200 personas en lugar de las 10,000 que alberga la basílica.

Francis sufre de ciática, una condición que causa un dolor que se irradia desde la parte baja de la espalda a lo largo del nervio ciático hasta la parte inferior del cuerpo.

A veces se le ve caminar con dificultad debido al dolor y recibe fisioterapia regular debido a su condición.

En marzo de este año, un fuerte resfriado le impidió participar en un retiro de Cuaresma de una semana con sus principales colaboradores al sur de Roma.

En 2014, un año después de ser elegido Papa, Francisco se vio obligado a cancelar varios compromisos debido a lo que se creía que era una dolencia estomacal. Ese año también se perdió de caminar en una procesión de Cuaresma debido al dolor en la pierna.

Pero su salud ha sido buena en general desde su elección.

La semana pasada presidió una misa de Nochebuena y al día siguiente leyó de pie un mensaje de Navidad “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), ambos sin aparente dificultad.

Su última aparición fue durante la audiencia general del miércoles, que se realizó de manera virtual en el Vaticano debido a la pandemia. Allí tampoco mostró dificultad aparente, a pesar de estar presente en las audiencias.

Información de Philip Pullella; Editado por Jon Boyle

Nuestros estándares: Los principios de confianza de Thomson Reuters.

Javier Camarillo

"Practicante de la cultura pop de toda la vida. Creador. Experto en zombis. Especialista en viajes en general. Friki de la televisión".

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *