Durante la primera semana de febrero, el Servicio Meteorológico de Chile alertó sobre temperaturas extremas (35°C – 38°C) en la región centro sur de Chile.
La madrugada del 3 de febrero, el SENAPRED convocó al Comité de Gestión de Riesgos y Desastres (COGRID). Debido a la magnitud de los incendios en la región de Valparaíso, el gobierno de Chile declaró el estado constitucional de desastre para 2 provincias de la región de Valparaíso.
El 3 de febrero el Ministerio de Salud declaró alerta sanitaria para la región de Valparaíso.
Más de 56.000 hectáreas han sido arrasadas por incendios en las regiones central y sur de Chile, afectando reservas naturales, infraestructura crítica y amenazando áreas residenciales.
El gobierno chileno ha reportado pruebas sustanciales sobre el carácter intencional de los incendios en Valparaíso.
El Ministerio de Desarrollo Social y Familia (MDSF) anunció el lanzamiento de la aplicación del Formulario Básico de Emergencia (FIBE) en la zona afectada de la región de Valparaíso.
Hasta el 12 de febrero se han distribuido 6.600 FIBE en la región de Valparaíso.
El gobierno de Chile creó un comité de ayuda temprana con el objetivo de brindar diversos recursos a los afectados (ver Protección social).
La asistencia internacional inicial provino de México, la Unión Europea, los Estados Unidos, el Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo y agencias de las Naciones Unidas.
El 11 de febrero, el gobierno chileno anunció la creación del Comité de Reconstrucción.
El 8 de febrero, UNICEF “lanzó una campaña privada de recaudación de fondos para ayudar a niños y adolescentes afectados por los incendios en la región de Valparaíso.
El plan de respuesta se basará en una evaluación continua de necesidades y priorizará acciones conjuntas con el Municipio de Viña del Mar en áreas técnicas como protección infantil, educación y protección social.
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