Everton Viña del Mar da la bienvenida al equipo de Inglaterra por primera vez mientras los Blues viajan a Chile

Los lazos del Everton con sus homónimos chilenos se han fortalecido con una visita al club sudamericano.

Este mes, 16 alumnos y tres funcionarios del Everton Football College cruzaron el Atlántico, el Amazonas y los Andes para hacer el viaje de ida y vuelta de 14.500 millas al Everton desde Viña del Mar para conocer las instalaciones e interactuar con el primer equipo, además de participar en un partido amistoso contra uno de los equipos de la academia de sus anfitriones. En 2020, el Everton Football Club anunció una asociación con el equipo de la Costa del Pacífico fundado en 1909 por futbolistas anglochilenos y que lleva el nombre de los Blues.



La visión de la asociación ha formado la piedra angular de la estrategia de crecimiento internacional del club, que ha visto a Everton aumentar su visibilidad en América Latina, entre otras regiones del extranjero. Durante la aventura de dos semanas, el Colegio también visitó la universidad local del Everton, la Universidad Adolfo Ibáñez, como parte de una asociación educativa más amplia, donde los estudiantes asistieron a conferencias sobre la geopolítica de Chile y la historia del fútbol chileno.

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A cambio, el personal de la universidad hizo presentaciones sobre Everton en la comunidad, Everton Free School y su Football College, marcando un viaje muy exitoso. Steven Baker, director del Everton Football College, dijo: “Fue una idea maravillosa consolidar la relación entre los dos Evertons y rápidamente pasó de ser un sueño imposible a hacerse realidad.

“Nuestros homónimos chilenos fueron unos anfitriones increíbles durante nuestra visita. Tuve la oportunidad de viajar por el mundo por trabajo y este viaje está más allá de las expectativas y ha cambiado la vida de nuestros estudiantes.

“Estamos muy, muy agradecidos por la hospitalidad del Everton de Viña del Mar. Nos ven como su hermano mayor, viniendo a visitar a uno de los miembros de la familia Everton, y estamos en deuda con Carlos Alberto Ramírez Sánchez de la Universidad, quien jugó un papel determinante en la realización de este viaje.

Joan Monedero

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