“Se basa en la dictadura militar que violó los derechos humanos, pero Chile debe mirar hacia el futuro y construir un país mejor. En cierta medida, si la Constitución de 1980 es una casa construida por el violador, por el violador de los derechos humanos, la pregunta es si reparamos la casa o la derribamos en función de quien la construyó. »
Sostiene que a América Latina le gusta reescribir sus constituciones, un síntoma, tal vez, de una falta de confianza en las instituciones de la región.
“La Constitución de los Estados Unidos fue escrita por propietarios de esclavos, pero el hecho de que la Constitución permitiera la abolición de la esclavitud y la inclusión social es un testimonio de la capacidad del pueblo para construir una unión más perfecta”, explica el profesor Navia.
“El debate actual en Chile es si queremos reescribir la historia y negar el hecho de que Pinochet es parte de nuestra historia. Creo que lo que deberíamos hacer es construir una mejor democracia en lugar de intentar reescribir el pasado. »
¿Deberíamos reescribir el pasado o empezar de cero? Cualquiera que sea su punto de vista, la votación del domingo determinará el futuro de Chile.
“La sociedad ha despertado”, afirma Camila Rojas. “La gente no sólo está lista para votar, la sociedad está más empoderada, más consciente de lo que pasa en el Congreso, de las decisiones del gobierno, y creo que eso continuará. »
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