(Bloomberg) — Algunas de las familias más ricas de Chile están liderando donaciones políticas a la campaña por una nueva constitución favorable a las empresas, un intento de aumentar las posibilidades de aprobación del proyecto en medio de una amplia oposición pública.
Las contribuciones totales, incluidas donaciones privadas y fondos públicos para campañas a favor y en contra de la nueva carta constitucional, alcanzaron los 3.100 millones de pesos (3,6 millones de dólares) hasta el 24 de noviembre, según muestran datos de la oficina electoral del Servel. De esta cantidad, alrededor del 56% se destinó a los partidos que apoyaban la propuesta, y el 44% restante a los que se oponían al documento.
Nicolás Ibáñez Scott, quien vendió su cadena de supermercados Lider a Walmart en 2008 por casi 3 mil millones de dólares, y su hijo Nicolás Ibáñez Varela donaron conjuntamente casi 100 millones de pesos al derechista Partido Republicano y a la Unión Demócrata Independiente, partidos que apoyan el texto. Wolf von Appen Behrmann, expresidente de la empresa de logística Ultramar Agencia Marítima Ltda, donó 30 millones de pesos al Partido Republicano.
Nicolás Ibáñez no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios enviada a través de su asistente. Wolf von Appen no respondió a un mensaje dejado por la oficina de comunicaciones de Ultramar.
Los chilenos votarán el 17 de diciembre en un segundo referéndum sobre una nueva constitución propuesta en otros tantos años. Las encuestas muestran que se inclinan a rechazar el último documento, elaborado por un consejo de miembros de derecha. El presidente Gabriel Boric dijo que no se reescribiría más si se rechazaba el texto.
Los partidarios de la última propuesta dicen que brindará seguridad jurídica, impulsará el crecimiento económico y ayudará a combatir problemas como el crimen y la migración ilegal. Los críticos dicen que el texto genera división, plantea riesgos para el derecho al aborto y no fortalece los servicios públicos.
Según el Servel, las contribuciones a los partidos que hacen campaña contra la nueva Constitución provienen casi exclusivamente de financiación estatal general.
El 38% de los electores aprobará la nueva Constitución, un aumento de seis puntos porcentuales respecto a la semana anterior, mientras que el 46% la rechazará y el 16% se declarará indeciso, según una encuesta de Cadem publicada el domingo por la noche.
Un intento anterior de redactar una nueva carta fue rechazado abrumadoramente el año pasado por temor a que fuera demasiado hacia la izquierda.
El periódico local La Tercera informó anteriormente datos sobre donaciones de campaña.
–Con la ayuda de Paulina Steffens.
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