El Congreso de Chile aprobó el martes por abrumadora mayoría un proyecto de ley para reducir la semana laboral de 45 a 40 horas durante cinco años, una medida aclamada por el gobierno de izquierda como un paso adelante para los derechos de los trabajadores.
La medida fue aprobada por la cámara baja 127 a 14, luego de ser aprobada por unanimidad por el Senado hace tres semanas. El presidente Gabriel Boric, quien asumió el cargo en marzo de 2022 después de hacer de la medida un compromiso de campaña, debía firmarla el 1 de mayo.
“Sí, se pueden hacer cambios para promover los derechos de los trabajadores”, dijo la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, después de la votación, que se produjo seis años después de que se presentara la ley por primera vez.
Era la segunda vez que Chile reducía su jornada laboral. El primero data de 2005, cuando pasó de 48 a 45 horas.
Ana Camayo, una manicurista de 54 años que trabaja en una tienda por departamentos, dijo que “la ley es fantástica para las mujeres mayores de 30 años que tienen hijos”, refiriéndose a ella y a sus colegas. Ella dijo que el tiempo libre adicional lo pasará con su familia.
La semana laboral reducida fue propuesta originalmente por los legisladores comunistas en 2017, pero la propuesta languideció durante años. El nuevo impulso se produjo después de alrededor de 200 mesas redondas entre trabajadores y empleadores de empresas grandes, medianas y pequeñas y el gobierno.
La ley apunta a permitir que los trabajadores chilenos estén “más descansados y felices”, dijo la legisladora opositora Emilia Schneider.
Una vez firmada por Boric, la ley se implementará en tres etapas: en el primer año, la semana laboral se reducirá a 44 horas, en el tercer año a 42 y en el quinto año a 40. Los empleadores tendrán la opción de reducir horas de trabajo trabajar antes de lo previsto.
Chile se unirá a Ecuador, que ya tiene una semana laboral de 40 horas.
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