Los acontecimientos medioambientales pueden ir acompañados de un pluralismo político que no se veía desde hace mucho tiempo y de una incertidumbre política. Antes de las elecciones generales programadas para noviembre de 2021, las consultas para la convención constitucional y los gobernadores regionales en mayo y junio de 2021 vieron una importante reprimenda de los partidos tradicionales, y la coalición del presidente Sebastián Piñera, Chile Vamos, solo ganó una gobernación de 16. la primera vez que los gobernadores son elegidos por voto popular en lugar de ser nombrados por el presidente.
Las nuevas autoridades asumieron en julio, para un mandato que durará cuatro años, con posibilidad de reelección consecutiva. Es probable que se produzcan discontinuidades en las políticas y cambios en la legislación secundaria, aunque los gobernadores recién elegidos tienen poderes limitados y no están facultados para revisar contratos ni otorgar concesiones, según la ley actual.
En mayo pasado, las principales regiones mineras de Antofagasta y Atacama eligieron candidatos independientes a gobernador, Ricardo Díaz y Miguel Vargas, respectivamente. Las principales minas ubicadas en esta región incluyen Escondida de BHP, la mina de cobre más grande del mundo, y Chuquicamata de Codelco. Los dos nuevos gobernadores cuentan con el apoyo de partidos de izquierda y abogan por una minería sostenible y la protección de los recursos naturales, en particular los recursos hídricos. Aunque no tendrán el poder de revisar contratos o cancelar concesiones, es probable que se pronuncien en contra de las gigantescas actividades mineras si las consideran perjudiciales para el medio ambiente o el agua. Esto aumenta la probabilidad de impugnaciones legales o de oposición popular a los proyectos.
Aún más sorprendente, las elecciones a la convención constitucional en mayo mostraron un rechazo no sólo al gobierno de centroderecha del presidente Piñera sino también al establishment político en general, con una participación de sólo el 43 por ciento. Además, estos resultados sugieren que el próximo presidente de Chile podría no provenir de ninguna de las dos coaliciones que han dominado la política nacional desde 1990.
El mayor bloque de escaños (48 en total) en la convención constitucional fue para candidatos de izquierda que se presentaron como independientes. La actual coalición gubernamental de centroderecha obtuvo sólo 37 escaños de 155, seguida de una alianza entre el Partido Comunista y la coalición Frente Amplio, que obtuvo 28 escaños. Esta coalición de centro izquierda que ha gobernado Chile durante gran parte de los últimos 30 años terminó en cuarto lugar, con sólo 25 escaños. Este cambio de equilibrio sugiere que los derechos privados de uso del agua podrían ser objeto de escrutinio y que podrían introducirse regulaciones y márgenes más estrictos para las empresas extractivas.
El sistema político muestra signos de transición hacia la diversidad y la sostenibilidad ambiental, social y gubernamental (ESG). La reforma electoral anterior aumentó la representación en la convención constitucional. A los 10 grupos indígenas de Chile (alrededor del 13% de la población), que no fueron reconocidos en la Constitución de 1980 y no estaban representados en el Congreso, se les concedieron 17 escaños reservados en la convención, dando a los representantes un papel deliberativo nacional por primera vez. . Esta presencia refuerza la sensación de que es probable una reorientación de la agenda de la convención hacia una mayor protección ambiental, regulaciones y control estatal.
Los movimientos feministas también jugaron un papel importante en las protestas de 2019 y, gracias a una ley de paridad, la mitad de los delegados a la convención son mujeres, frente al 23% en la Cámara Baja y el 28% en el Senado. Una transición gradual también está marcada por la emisión de bonos soberanos, siendo el gobierno el emisor soberano ESG más activo de América, con cuatro emisiones consecutivas en el primer semestre de 2021. En el primer semestre de 2021, la deuda ESG representó el 16,6 % de la deuda chilena. deuda. deuda pendiente.
Entre las recientes elecciones y las previstas para noviembre, se espera que el Congreso considere varios proyectos de ley que podrían redistribuir el dinero y afectar al sector minero. Los proyectos de ley incluyen regalías adicionales sobre las ventas de cobre, destinadas a atraer una mayor proporción de los aumentos de precios para financiar programas sociales, y limitaciones a las operaciones mineras cerca de los glaciares. Esto último podría poner en peligro el 40% de la producción de cobre en estas zonas, según la minera nacional Codelco. Además, varios acuerdos clave sobre actividades extractivas están vigentes hasta 2023 y probablemente serán revisados por el próximo gobierno.
Riesgo de expropiación en América Latina
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