Se genera impulso para el tratado fiscal de Chile y el alivio de Taiwán

La semana pasada, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado votó 20 a 1 para enviar el tratado fiscal chileno al Senado para su posible ratificación, a medida que crece el interés bipartidista en otorgar beneficios similares a los tratados de Taiwán.

El tratado entre Estados Unidos y Chile se firmó originalmente en 2010, pero no fue ratificado durante años, junto con los tratados fiscales de Hungría y Polonia, a pesar de las objeciones del senador Rand Paul, republicano por Kentucky. El impulso se ha ido acumulando gradualmente para ratificar el tratado chileno dada su importancia como importante productor de litio y cobre, ingredientes clave en las baterías de los vehículos eléctricos, las células solares y las turbinas eólicas. El tratado cuenta con un amplio apoyo entre los principales grupos de presión empresarial y los líderes de ambas partes.

La adopción por parte del Comité de Relaciones Exteriores marca un paso importante en el proceso, ya que hubo desacuerdos sobre la redacción de la reserva. El comité acordó las reservas con respecto a la erosión de la base y el impuesto contra el abuso, los créditos fiscales extranjeros y la deducción por dividendos recibidos.

El principal problema sigue siendo superar las objeciones de Paul, quien proporcionó el único voto en contra del tratado en el comité. Es probable que los líderes del Senado tengan el apoyo mayoritario de dos tercios necesario para ratificar los tratados fiscales, pero Paul puede retrasar significativamente el proceso con obstáculos de procedimiento. Hasta ahora, los líderes se han mostrado reacios a dedicar el tiempo necesario para hablar para superarlos, pero parecen estar planeando un esfuerzo renovado este año.

Los presidentes y miembros prominentes de los comités de redacción de impuestos de la Cámara y el Senado también emitieron recientemente una declaración de “cuatro esquinas” expresando su interés en buscar cambios en la ley fiscal de los EE. UU. que brindarían a Taiwán beneficios similares a los de los EE. UU. evitar la doble imposición. Estados Unidos no puede celebrar un tratado fiscal formal debido al estatus único de Taiwán. Este esfuerzo, sin embargo, podría ser complejo y también plantea la cuestión de si el Comité de Finanzas del Senado o el Comité de Relaciones Exteriores deberían tener jurisdicción.

Raquel Carreiro

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