SANTIAGO, 18 oct (Reuters) – El lunes se llevaron a cabo manifestaciones en todo Chile para conmemorar el segundo aniversario del inicio de protestas de un mes contra la desigualdad que han provocado un cambio social y llevado a la formación de una asamblea representativa para reformar la constitución del país.

Miles de personas asistieron a los eventos durante todo el día. La mayoría de las manifestaciones fueron pacíficas y se convocaron a través de las redes sociales en diferentes ciudades. Pero algunas de las protestas del lunes se tornaron violentas. Se reportaron saqueos y un auto quemado.

Las protestas de 2019, una mezcla de grandes marchas pacíficas y pequeños disturbios violentos, dejaron alrededor de 30 muertos y un rastro de destrucción alrededor de la capital, Santiago.

“Este malestar social se está canalizando hacia la construcción de nuestra democracia”, dijo a Reuters Pamela Figueroa, politóloga de la Universidad de Santiago. “Es un momento de conmemoración del país que debemos construir”.

Chile está polarizado antes de las elecciones presidenciales y legislativas del 21 de noviembre, con los votantes enfrentando una elección entre una izquierda resurgente que promete un cambio social y conservadores que se mantendrían más cerca del status quo.

En la llamada Plaza de la Dignidad, bastión de las protestas de 2019 en Santiago, confluyeron diversas marchas de distintos puntos de la ciudad, provocando embotellamientos masivos, mientras algunas estaciones del metro estaban cerradas. Los manifestantes lanzaron fuegos artificiales y encendieron hogueras, lo que provocó escaramuzas con la policía.

El legislador y exdirigente estudiantil Gabriel Boric lidera la carrera presidencial en las encuestas de opinión, respaldado por una coalición de izquierda. El exdiputado de extrema derecha José Antonio Kast también ganó, con una encuesta que lo muestra a la cabeza.

El año pasado, decenas de miles de chilenos salieron a las calles para conmemorar el primer aniversario con manifestaciones pacíficas, que, al caer la noche, se convirtieron en disturbios y saqueos, con turbas incendiando una sede policial y al menos dos iglesias.

“No podemos conmemorar, y mucho menos celebrar, si aún no hemos ganado nada”, se lee en un cartel afuera del edificio donde una asamblea electa está redactando la nueva constitución.

Información de Fabián Cambero; Editado por Paul Simao y Peter Cooney

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