Análisis-El intento de Chile de reemplazar la constitución de la era de Pinochet puede fracasar

Por Alexander Villegas y Natalia A. Ramos Miranda

SANTIAGO – Javier Alonso, un trabajador de telecomunicaciones chileno, votó en 2020 por un plan histórico para reemplazar la constitución del país que data de la era del ex dictador Augusto Pinochet. Ahora su apoyo flaquea.

Las encuestas de opinión de esta semana mostraron por primera vez que más chilenos rechazarían el nuevo texto de lo que lo aprobarían, ya que parece cada vez más probable que fracase en un voto nacional por el Sí no programado para septiembre.

Sería un duro golpe para sus artífices y partidarios, incluido el nuevo presidente progresista Gabriel Boric, que esperan que respalde importantes reformas económicas y sociales.

Muchos críticos han argumentado que el texto actual de 1980 es ilegítimo debido a sus orígenes dictatoriales, que dicen que da a los partidos de derecha un impulso injusto y sustenta una profunda desigualdad económica.

Un referéndum hace dos años para reemplazar la constitución obtuvo un gran apoyo después de meses de violentas protestas en 2019 contra la desigualdad, y se eligió una asamblea para redactar el nuevo texto.

Pero las disputas políticas en la Asamblea y una serie de propuestas en áreas que van desde las pensiones hasta la reforma del Congreso que son más radicales de lo que muchos chilenos habían apostado han puesto en duda el futuro de la nueva constitución.

“No he decidido si voy a votar para rechazarlo o aprobarlo”, dijo Alonso, un cambio radical con respecto a 2020, cuando se ofreció como observador electoral voluntario para el campo de la aprobación en el referéndum.

Acusó a los diputados de la asamblea de hacer “propuestas descabelladas de cinco minutos de fama en Twitter”, lo que, según él, socava la confianza de la gente en el proceso.

“Estoy empezando a perder la fe en que algo bueno va a salir de esto”, dijo.

Si se rechaza el nuevo texto, la versión de la era de Pinochet se mantendría, un gran revés para Boric, de 36 años, quien asumió el cargo el mes pasado prometiendo una reforma social y económica.

“Este gobierno está muy asociado a la idea de construir un nuevo ciclo que comience con una constitución que sustituya a la de Pinochet”, dijo Cristóbal Bellolio, profesor de teoría política.

“Si gana (el no voto), sería un terremoto político”.

LLAMADASPARACAMBIO

La asamblea de 154 miembros está dividida en comités, cada uno encargado de redactar una parte diferente de la nueva constitución en áreas como el medio ambiente, la justicia y el sistema político.

Las propuestas requieren una mayoría simple para ser aprobadas por los comités para enfrentar una votación en la asamblea plenaria, donde se necesita una mayoría de dos tercios para ser incluidas en el proyecto de constitución. Las propuestas rechazadas podrán ser modificadas antes de afrontar una segunda votación.

La asamblea está dominada por independientes e izquierdistas cuyas propuestas han incluido el derecho a los derechos reproductivos, incluido el aborto, la autonomía de los territorios indígenas y la lucha contra el cambio climático como deber de Estado.

Si bien estos tocan la fibra sensible de un floreciente movimiento progresista, han atraído la oposición de conservadores y moderados por igual.

“La gente ha estado pidiendo cambios en las pensiones, en los costos del transporte público, en el derecho a la salud, pero estamos viendo una convención que se aleja de las expectativas de la gente”, dijo el constitucionalista santiaguero Francisco Zambrano.

Pamela Figueroa, analista política de la Universidad de Santiago, dijo que la asamblea también tuvo problemas para comunicarse de manera efectiva con los votantes, mientras que los opositores a la nueva redacción hicieron una campaña agresiva en las redes sociales.

Algunas propuestas ya han fracasado dramáticamente. La comisión encargada de diseñar el marco de políticas vio 93 de sus 96 propuestas rechazadas por la asamblea en marzo, incluida una propuesta para un congreso unicameral.

“Los desacuerdos están relacionados con diferentes soluciones o caminos que podemos considerar para salir de una crisis institucional”, dijo Bárbara Sepúlveda, abogada del Partido Comunista de Chile que está involucrada en la remodelación.

Sepúlveda apoyó la abolición del Senado, diciendo que estaba retrasando el cambio, pero los representantes conservadores se negaron, argumentando que la cámara alta era un control importante del poder del gobierno. La comisión ahora ha propuesto mantener el Senado en una forma debilitada.

El Comité de Medio Ambiente, dominado por autoproclamados “eco-constituyentes”, impulsó sus propuestas, pero solo una de 40 fue aprobada por la asamblea en la primera votación.

La comisión votará otras medidas esta semana, incluidas las relacionadas con la nacionalización del agua y las minas, un tema importante de debate en el número uno mundial. 1 productor de cobre.

Juan José Martín, de 25 años, quien coordina la comisión ambiental, dijo que había aprendido de sus errores y ahora estaba cruzando el pasillo político.

“Lo que estamos haciendo ahora es un modelo de consenso”, dijo Martin. “Cualquier cosa que tenga 100% de apoyo, o 99%… eso es lo que entra”.

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Chile: ¿Nueva Constitución? https://tmsnrt.rs/3uQxRQt

Chile: ¿Nueva Constitución? (Gráfico interactivo) https://tmsnrt.rs/3j680hQ

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Alisa Garces

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