El poder del cambio: medidores inteligentes en la transición energética de Chile

En los últimos años, las discusiones sobre la transición energética de Chile se han centrado en gran medida en el sector de generación de energía, así como en inversiones en almacenamiento y transmisión.

Sin embargo, el comercio minorista ahora también está en el centro de atención, dado su papel fundamental en los esfuerzos de descarbonización de Chile.

Existe consenso sobre la necesidad de una reforma del sector de distribución para ayudar a respaldar y acompañar una mayor penetración de los vehículos eléctricos y los activos de generación y almacenamiento distribuidos, por ejemplo.

Por ejemplo, medidas que abran la puerta a más actores fortalecerían la capacidad de la demanda para mejorar la flexibilidad de la red y, a su vez, obtener beneficios de la prestación de este servicio.

La adopción de medidores inteligentes y planes tarifarios de electricidad según el tiempo de uso se consideran piezas críticas que faltan en el rompecabezas.

Para conocer más, BNamericas realizó una entrevista por correo electrónico con Larissa Cunha, directora de gestión de conocimiento de la asociación regional de distribuidores Adelat.

La asociación ha publicado un documento de orientación centrado en la reglamentación, que dice que afrontar los desafíos de distribución “requerirá un plan de inversión sin precedentes”.

Lea el documento de política de Adelat

BNamericas: Para Adelat, en el contexto de la transición energética en Chile, ¿cuál es la importancia del despliegue a gran escala de medidores inteligentes y la adopción de planes de tiempo de uso por parte de los clientes?

Cunha: Entendemos que la actividad de distribución inicialmente jugó un papel enfocado a la expansión de la red y la integración de nuevas unidades de consumo al sistema, y ​​hoy nos enfrentamos al desafío de continuar brindando este tipo de servicio en un contexto de creciente electrificación e incorporación de Recursos energéticos distribuidos.

“Así, modernizar las infraestructuras es necesario para permitir la transición energética, demostrando que modernizar las infraestructuras pasa por repensar la actividad de las distribuidoras de electricidad. Esta modernización incluye la implementación de contadores inteligentes pero va más allá con la detección de redes, el desarrollo de sistemas de almacenamiento, la robustez de las redes de telecomunicaciones y la implementación de tecnologías avanzadas de control y monitorización.

La maduración tecnológica combinada con un conocimiento más individualizado de los consumidores y su región permitirá optimizar el uso de la red, ampliando así la gama de servicios que pueden ofrecer los distribuidores, modificando así la relación que existe hoy con el consumidor, que accederán a información en tiempo real sobre su consumo, gestión financiera y posibilidades de nuevos regímenes tarifarios.

Para animar a los consumidores a seguir adoptando la electrificación, es necesario avanzar con los paneles adecuados para un uso consciente y seguro de más electricidad. La adopción de tarifas dinámicas combinada con la incorporación de infraestructura de medición avanzada (AMI) resulta en eficiencia económica para todo el sistema eléctrico, acoplando oferta y demanda.

BNamericas: ¿Qué condiciones serían necesarias para que existan? ¿Es esta un área que forma parte de la estrategia o los planes de Adelat?

Cunha: El progreso tecnológico cambia no sólo los equipos sino también, en consecuencia, nuestro comportamiento de consumo. El smartphone y la smart TV nos permitieron conectarnos y acceder además del servicio personalizado que ofrecen los operadores. La evolución de los equipamientos es decisiva para una gestión más activa de los usuarios de la red. Por tanto, integrar eficazmente AMI significa transmitir señales de precios efectivas a los usuarios, aumentar la calidad del servicio e integrar nuevas soluciones y modelos de negocio.

Todavía existen algunos límites para la adopción a gran escala, como la voluntad del consumidor de tener uno instalado, el establecimiento de estándares operativos y funciones mínimos del equipo y, especialmente, las mejoras regulatorias necesarias para eliminar las barreras que hacen que estos proyectos sean irrealizables, de una perspectiva económico-financiera.

Para superar estas limitaciones, es necesario modificar los marcos regulatorios para alentar a los usuarios a internalizar los beneficios de migrar a sistemas de medición inteligentes, convirtiendo finalmente a las AMI en una parte integral de los sistemas de distribución. Los incentivos son parte integral del avance tecnológico deseado, para que el proyecto sea económicamente viable para el distribuidor, permitiendo inversiones de largo plazo en infraestructura y beneficiando a la sociedad con la prestación de servicios y el desarrollo de activos estratégicos para el país o región.

Es fundamental que las necesidades de inversión se distribuyan correctamente en el tiempo, de modo que su reconocimiento y retribución sean suficientes para garantizar la modernización de las redes y sólo afecten a los clientes en un nivel compatible con sus ingresos y necesidades.

Por tanto, la modernización de las redes implica una correspondiente modernización de los marcos regulatorios para proporcionar previsibilidad y garantías a los distribuidores en cuanto a la remuneración de las inversiones y transmitir señales de precios efectivas a los consumidores.

En Adelat queremos alimentar el debate en torno a la transición energética y todos los retos que supone para las distribuidoras. Para lograrlo, estamos trabajando con nuestros socios presentes en seis países de la región para generar acciones que permitan la creación de una red eléctrica moderna, flexible y resiliente. Nuestro plan de trabajo para 2023 denominado “Abriendo Espacios” está enfocado en construir conocimiento especializado, formar una red de alianzas multilaterales e institucionales y aumentar la representatividad insertándose en la agenda pública. El tema de los medidores inteligentes y los planes de tarificación por tiempo de uso es relevante para Adelat, por lo que parece vinculado a uno de los tres desafíos que citamos en el documento titulado “Desafíos y Perfeccionamientos Reguladores de la Distribución Eléctrica para la Transición Energética Latinoamericana”. .

Jaume Ballester

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