CONCEPCIÓN, Chile – Los incendios forestales se han cobrado 24 vidas, cerca de 1.000 heridos y destruido 800 hogares en cinco días mientras una ola de calor abrasador se apodera del centro-sur de Chile, dijeron las autoridades el domingo.

Impulsados ​​por fuertes vientos y temperaturas superiores a los 40 grados centígrados (104 Fahrenheit), cientos de incendios han arrasado unas 270.000 hectáreas en un área a unos 500 kilómetros (310 millas) al sur de la capital Santiago.

La cifra aumentó un punto desde el sábado con la muerte de una persona que estaba siendo tratada por heridas en el hospital, dijo el funcionario del Ministerio del Interior, Manuel Monsalve.

Entre los muertos se encontraban un bombero y dos miembros de la tripulación de un helicóptero que se estrelló el viernes.

Monsalve también reportó 997 personas heridas por el fuego, incluidas 26 en estado grave.

Ocho bomberos están entre los heridos.

Hubo escenas de devastación el domingo en áreas rodeadas de bosques en llamas, con parcelas agrícolas reducidas a cenizas, animales muertos y gente del campo perdiendo todo de la noche a la mañana.

“Fue un infierno”, dijo a la AFP María Inés, una trabajadora social de 55 años de Santa Juana, en la afectada región de Biobío, después de que decenas de casas fueran arrasadas.

“Es un milagro que algunas casas se salvaron”, dijo, pero “ahora tenemos miedo de que vuelva el fuego… ¿Dónde encontraremos refugio? ¿Dónde? ¿Cómo?”.

Miguel Ángel Henríquez, un ganadero de 58 años de Santa Juana en la misma región, dijo a la AFP que vio a un vecino desafiar las llamas para intentar salvar algunos de sus animales. “No salió. Le grité que saliera del fuego, pero no escuchó”.

Una mujer de El Santo, en el municipio de Tomé, describió que “la mayoría de las casas” de su aldea habían sido incendiadas.

“La gente no pudo salvar nada, se fueron con lo que llevaban, porque el fuego avanzó muy rápido”.

El presidente Gabriel Boric asistió a un velorio de bomberos en la localidad de Coronel y dijo a los dolientes: “Todo Chile está llorando con ustedes. Estoy aquí para decirles que no están solos”.

– ‘Ventana pequeña’ –

El domingo por la mañana, un descenso de la temperatura prometió un pequeño respiro a los 5.300 bomberos desplegados contra las llamas.

“Hay una pequeña ventana para mejores condiciones climáticas el domingo y el lunes”, dijo Monsalve a los periodistas, pero advirtió que las temperaturas podrían acercarse nuevamente a los 40 ° C para el martes.

Diez personas fueron arrestadas, agregó el funcionario, bajo sospecha de incendio provocado.

Con unos 260 incendios activos, el gobierno mantuvo el estado de emergencia en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, lo que permitió el despliegue de recursos adicionales, la restricción de la libre circulación de personas y el uso de militares en las operaciones de contención.

“Afrontamos la emergencia con unidad”, dijo Boric en Twitter.

Un avión partió este domingo de España con 50 bomberos, militares y pilotos de drones a bordo.

“Acabamos de enviar un avión a Chile con un contingente de la Unidad Militar de Emergencias para ayudar a apagar y controlar los incendios que asolan el país. Todo nuestro apoyo al pueblo chileno”, tuiteó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

Otros países, incluidos Argentina, Brasil, Uruguay y México, también se han ofrecido a ayudar, según el gobierno chileno.

El sábado, la ministra del Interior, Carolina Toha, dijo que Chile se estaba convirtiendo en uno de los países más vulnerables a los incendios debido al cambio climático.

Las condiciones de incendio que habrían parecido extremas hace solo tres años se están volviendo más comunes, dijo.

En 2017, una ola de incendios en la misma región mató a 11 personas, hirió a casi 6000 y destruyó 1500 viviendas.